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martes, 9 de septiembre de 2014

Alimentación complementaria

La alimentación complementaria, a partir de los seis meses, debe iniciarse poco a poco y entendiéndolo como lo que es, es decir, algo complementario, que se añade a la lactancia y no debe suplantarla, ya que hasta el año el niño debe tomar en su mayoría leche.
Teniendo en cuenta esto, son muchos los métodos de introducción de la alimentación complementaria.

Hay una gran corriente que introduce los nuevos alimentos únicamente triturados hasta el año o incluso alargándose en el tiempo, dependiendo del niño. 
Primero se comienza con las frutas y verduras y después se añaden las carnes como el pollo, ternera, pavo, cerdo, cordero y por último, el pescado.
En los purés puedes introducir gran variedad de alimentos y asegurar la ingesta de todos juntos de forma cómoda y rápida.
Se recomienda que se realice sentado en posición vertical, para que sea adecuada y no haya problemas de atragantamiento.
Se suele recomendar un puré de verduras y carne/pescado a la hora de comer y papilla de frutas para merendar. El resto de comidas serían leche y cereales.

Hay otro método que está teniendo mucho auge en la actualidad; se llama Baby-led Weaning.
Se trata de observar la madurez del niño y tras comprobar que es capaz de sentarse sin apoyos en una trona o silla y coger cosas con sus manos sin ayuda, sentarle en la mesa con la familia a comer todos juntos, y que coma de lo mismo que comen los adultos, pero teniendo en cuenta su edad y el tamaño de los alimentos. Es decir, cuando todos coman, pondremos sobre la bandeja de la trona lo mismo pero en trozos, y siempre teniendo en cuenta las recomendaciones de edades para tomar cada alimento, y que hay cosas que no son aptas para todas las edades, como los frutos secos, el huevo o el pescado.
Usando el sentido común y comprendiendo a nuestro propio hijo, podemos llevar a cabo una introducción de alimentos paulatina y sensorial, ya que el pequeño no sólo va a probar con el gusto sino que experimentará con el tacto, tocándolos y sintiendo cómo son, observando las texturas y consistencias, ganará en la coordinación oculo-manual, tendrá mayor conciencia espacial, realizará la pinza palmar y digital para coger los alimentos, buscará con la vista los diferentes alimentos, los podrá oler y un sinfín de experiencias que le ofrecerá este método de alimentación.  

En definitiva, esta fase se trata de esto, de conocer la nueva alimentación, de probar y disfrutar, ya que lo esencial y la base es la leche y puede permitirse el no tener que comer obligatoriamente una cantidad exacta.
Podemos poner trozos de cada comida que sean fáciles de agarrar para el pequeño.
Hay que tener en cuenta que se manchará y que tratará de alimentarse solo a su modo y aunque esto no sea cómodo para la familia, es lo más enriquecedor para el propio niño, ya que aprende a comer solo y potencia su autonomía personal y aprende a alimentarse con sus manos y a llevarse solo a la boca la comida. No necesita de una comida elaborada para él cada vez que sale de casa, sino que puede comer en cualquier sitio con su familia.
También aprende a saciarse y a decir que no cuando no quiere más, sin límite de cantidad ni teniendo que comerse un plato en sí en cada comida.
Su capacidad de decisión y elección también se enriquece, ya que es él quien coge los trozos que quiere comerse y escoge los alimentos que le apetecen.
Él es quien mide lo que come y se lo lleva a la boca. Además da mayor libertad a la familia para comer todos a la misma hora juntos sin tener que esperar a que coma antes el peque.

Todo son facilidades y está claro que puede hacerse una versión mixta de la alimentación complementaria, dando purés a veces y Baby-led Weaning en otras ocasiones que lo permitan.

Lo importante es hacer del momento de la comida una experiencia agradable, apetecible y satisfactoria, donde el niño descubra los alimentos y la alimentación en familia como los adultos.

Todo en su justa medida es un éxito y cada uno debe hacer de cada método el suyo propio.
¿Cómo lo hacéis vosotros? ¿Qué os gusta más? ¿Cómo introduciste la alimentación complementaria?


jueves, 3 de julio de 2014

Invitación al movimiento


Desde que el niño cumple los seis meses más o menos, su actividad se dispara en todos los aspectos.
Comienza a interesarse mucho más por el entorno y a querer ser más independiente, en la medida de sus posibilidades.
El mejor ejercicio para los niños es el suelo. 
Algo tan sencillo como jugar en el suelo potencia todos los aspectos que necesitan para ejercitar sus músculos, el desarrollo cognitivo, la motricidad gruesa, la coordinación, la fuerza... 
Los peques necesitan estar en el suelo y empezar a moverse y desplazarse por sí mismos, primero con el volteo, luego reptando y después gateando, sentándose y poniéndose de pie.
Para ello debemos buscar un entorno seguro, libre de enchufes, cables, esquinas, piezas pequeñas y otros materiales que puedan dañar al pequeño.
Una vez protegido el espacio, debemos cubrir el suelo con un tapiz, una manta u otro elemento que amortigüe mejor las caídas que el duro suelo, ya que serán varias las que el niño tenga mientras prueba, ensaya y progresa. Está claro que el mejor protector son los padres, que deben anticiparse al movimiento del niño y parar el golpe, pero para prevenir, lo mejor es cubrir el suelo.
La higiene en esta fase es esencial. Debemos limpiar la zona donde el niño estará para que no tenga pelusas que pueda llevarse a la boca u otros elementos.
Colocar algunos juguetes que sean llamativos para el peque en el suelo ayudará a que éste disfrute del juego y trate de desplazarse a por ellos.
Mi opinión es que debemos dejar al niño libre, sin guiarle constantemente, para que pruebe, ensaye y mejore cada día, sin un modelo.
Poco a poco veremos cómo va logrando movimientos nuevos y va ganando fuerza y coordinación y mayor control de su cuerpo.
De este modo explora, conoce más su cuerpo, siente a través de sus sentidos y conoce sus posibilidades y las mejora cada día con la práctica.
El niño se siente muy satisfecho al ver su progreso y sentirse más autónomo y capaz sin necesitar tanta ayuda por parte del adulto.
El papel del adulto es acompañar y apoyar en cada movimiento, sin dejar solo al pequeño. Protegiéndole y dándole seguridad en cada uno de sus intentos.


jueves, 24 de abril de 2014

Mi porteo

Hay algunas cosas que me hubiera gustado hacer antes de que naciera mi hija una vez ha pasado el tiempo y puedo ver las cosas con cierta perspectiva. 
Echando la vista atrás me hubiera gustado informarme más sobre el porteo, ya que no tenía muy claro si era la elección adecuada para llevar a mi niña. Desde hace tiempo me descubrieron una hernia en las lumbares y no sabía muy bien si iba a poder portear a la peque. 
Poco a poco a pesar de mis limitaciones, pensé que era algo que quería hacer pero no conocía a nadie cercano que lo hubiera hecho ni tenía acceso a mucha información directa.
1- Mirando y buscando algo que respetara la postura horizontal del bebé encontré un portabebés diferente y que no había visto por la calle, el Minimonkey. Es un pañuelo con forma de media luna que se ata al cuello y permite llevar al niño desde recién nacido hasta los 3 años más o menos, cambiándole la postura. 
Al principio se usa tumbando al bebé dentro del pañuelo, pero debido al buen tamaño de mi peque y unido a toda la ropa de abrigo que hay que poner en invierno, casi no cabía e iba un poco incómoda tanto ella como el que le porteaba (su padre o yo). Finalmente tras insistir varias veces y ver que era un poco agobiante o como que se sentía ahogada, desistimos y decidimos dejarlo para más adelante. 
Este pañuelo o portabebés tiene la posibilidad de llevar al niño en posición sentado, hecho una bolita, y más tarde se puede llevar con el niño en una cadera, de lado, como muestran las imágenes. 

2- Tras este intento fallido, a mi pesar, ya que fue un regalo que yo pedí, miramos un poco más y pude observar en el grupo de lactancia al que acudía, que varias mamis llevaban un fular elástico y sus bebés iban súper a gusto, cómodos, calentitos, tranquilos, con buena postura y muy pegaditos a su mamá. Le pregunté a una amiga fisioterapeuta que me dio el OK y también consulté a varias madres del grupo de lactancia y todas decían estar encantadas. Así que busqué donde comprarlo a buen precio y encontré mi Boba Wrap en azul marino, el cual he usado mucho en casa, para poder hacer cositas mientras estoy con mi niña y, también lo he usado en la calle para dar paseos cortos o acompañada, ya que lo único malo que le encuentro al porteo es que debo ir con otra mochila con las cosas de la peque, y a veces es un poco cansado.
Este pañuelo es elástico, de una tela suave y de mucha calidad. La niña va súper cómoda, y puede colocarse de mil maneras. En internet se encuentran vídeos de cómo colocar al bebé dependiendo de la edad o de la postura que queramos.
Llevar a mi princesa en este pañuelo es como si estuviera de nuevo embarazada pero con la ventaja de poder ver a tu bebé, tocarle y abrazarle. El acople entre ambos es máximo. Parece que sigues siendo dos en una.

3) Al ver lo rápido que crece mi ratoncita, he tenido que buscar el siguiente paso al pañuelo antes de que sea demasiado tarde o me pille sin sustituto. 
Como ya había visto en el grupo de lactancia a mamis que porteaban y pude informarme a través de ellas y sus experiencias, observé que la mayoría llevaban la mochila Ergobaby o la Manduca tras llevar el pañuelo. 
Aunque mi peque aún entra en el pañuelo y va cómoda, ya hemos probado la Ergobaby blanca edición especial, que fue la que nos compramos en una súper oferta que encontramos por internet a mitad de precio.
Hemos escogido la blanca porque era de las que había en la oferta y, además lleva un pelito para invierno que se puede quitar y así dejar una mochila blanca para verano, que no coge tanto calor como las oscuras.

Se lava fácilmente y es una comodidad. Mi bebita va súper a gusto y tranquila y a la vez va mirándolo todo, ha sido un acierto! La sujeción de esta mochila es muy buena y la hace muy cómoda. Mi espalda no se resiente nada tras llevarla, igual que con el fular elástico. 

El porteo favorece el vínculo afectivo, la expulsión de gases, previene el cólico, favorece el contacto entre porteador y bebé, la postura inicial es semejante a la del bebé en el útero, da seguridad al niño, le protege y contiene, y miles de ventajas más que podéis encontrar en comunidades especializadas en porteo.

En conclusión, aunque me haya informado tarde y haya muchas más posibilidades para portear a tu bebé, estoy muy contenta con mis elecciones y de haber tenido la posibilidad de iniciarme en el porteo gracias a la gente que me ha informado y a los ejemplos que he podido ver de cerca.
Lo recomiendo a todo el mundo! Pero eso si, buscad la ergonomía, no vale cualquier portabebés, la postura del niño tiene que ser la correcta y hay que aprender a colocar bien tanto el portabebés como al pequeño. 

lunes, 21 de abril de 2014

Potenciar la simetría entre lados

Desde que un bebé nace podemos llegar a observar ciertas tendencias en cuanto al lado en que más gira la cabeza, la mano que más mueve, el brazo que más lleva a su cara, la manita que más se lleva a la boca, el lado al que voltea con más facilidad... Hay niños que son bastante simétricos y a penas se notan estas diferencias. 
En cambio en los que sí se aprecien estas conductas, debemos observar las de los que están con el niño, ya que a veces se tiende a cogerle siempre con el mismo brazo y a dejarle libre el mismo lado del cuerpo, que coincide con ser el que más mueve, o a bañarle y darle de comer con la misma mano y posicionarle siempre del mismo modo.
Debemos ir alternando el lado con el que hacemos cada actividad cotidiana y fomentar el lateral que más le cueste al pequeño.
Si observamos que el niño siempre gira su cabeza al lado derecho, le hablaremos más por el lado izquierdo, le ofreceremos más los objetos por el lado izquierdo, sin olvidarnos del derecho, para no crear la reacción inversa. Es cuestión de igualar ambos lados, para potenciar la simetría entre el lado izquierdo y el derecho.
Si el pequeño voltea sólo hacia el lado izquierdo, trataremos de ponerle más juguetes en el lado derecho y de llamarle por ese lado, ayudándole a que así gire hacia el lado derecho con estímulos. 
No consiste en volvernos locos pensando en cómo colocar al niño cada vez que estemos con él o cómo hacerlo adecuadamente, sino de acordarnos alguna vez al día de tratar de estimular ese lado que le cuesta un poquito más pero que sin duda irá progresando igual que el otro, aunque con mayor rapidez si recibe el estímulo adecuado.
Siempre ser espontáneos y realizar todo a través del juego, ayuda a que el peque colabore más y disfrutemos más de su progreso. 

miércoles, 9 de abril de 2014

Cuándo empiezan a extrañar los niños? Qué es la angustia por separación?

LOS NIÑOS EXTRAÑAN
- A partir de los seis meses el bebé comienza a extrañar a personas desconocidas o poco habituales para él. Paulatinamente va decidiendo pasar más tiempo junto a sus padres o aquellas personas que ve a diario; sobre todo suele ser habitual la necesidad del niño de estar pegado a su madre, que es quien suele estar a su lado desde hace meses.
En esta etapa, que puede presentarse desde los seis hasta los nueve meses y alargarse durante un tiempo, es normal que el pequeño llore al quedarse solo unos segundos, que no quiera estar en brazos de otras personas, que no se vaya con cualquiera, que no sonría a todos como antes hacía, que retire la mirada a un desconocido y otros aspectos que detectaremos que han cambiado respecto a lo que era antes.
Es un proceso normal y lógico de la evolución del niño, ya que distingue a quiénes conoce de a quiénes no, de los que son cercanos a él y le dan seguridad y de quienes no le dan tanta confianza.
Es muy importante vivirlo como un proceso normal del desarrollo del niño y no como una angustia ante el cambio que está sucediendo. Cuanto más tranquilos estemos nosotros, más tranquilidad trasmitiremos y el peque sentirá mayor normalidad ante la situación.
No debemos obligar al niño a estar en brazos de quien no quiera estar ni a dar besos o sonrisas a aquellos que el no quiere.
Poco a poco irá pasando esta etapa y será una fase más en su desarrollo.

ANGUSTIA POR SEPARACIÓN 
- También os quiero hablar de la angustia de separación que puede aparecer en torno a los ocho meses de vida o ante un cambio repentino en la vida del niño y/ o de su entorno (vuelta a la vida laboral de la madre, un viaje de los padres, dejar al niño con alguien para ir a algún sitio, que se quede en casa unos días sin colegio y le cueste mucho la vuelta a la rutina...). En estos y otros casos puede aparecer la angustia por separación, término acuñado por Bowlby (psiquiatra infantil que estudió y desarrolló una teoría completa del apego), del cual se ha estudiado mucho en los últimos años por muchos profesionales.
Es importante avisar al niño de lo que va a suceder por pequeño que nos parezca (desde que nace), contarle lo que vamos a hacer, los cambios que van a suceder... También es muy importante tener en cuenta que si nos vamos a ir y le vamos a dejar con alguien debe ser cuando esté despierto, para que no tenga la sensación de que al dormirse su madre desaparece, ya que puede provocar alteraciones en el sueño, angustias ante el momento de ir a la cama, miedo a dormir o cerrar los ojos, incredulidad ante la madre o el padre... Es fundamental expresar la verdad y decirle lo que va a suceder y anticipárselo.
La angustia por separación suele ser hacia la madre y está muy vinculada al apego y los cambios que sufra el niño. 
Ante esta situación es importante mantenerse cerca del niño, no mostrar enfado o angustia, sino mostrar mayor cercanía, darle seguridad, cariño y hacerle sentir querido, mostrándole que no desaparecemos, que nos vamos un rato a hacer algo pero que volvemos, jugando a escondernos detrás de la puerta, de nuestras manos, dejándole a ratitos solo en su cuna o manta de juegos, pero que nos oiga aunque no nos vea, etc.
Poco a poco irá pasando por estas fases y las superará con éxito mientras sepamos estar junto a él.

lunes, 7 de abril de 2014

Cómo conocer nuevo vocabulario

Hoy me gustaría hablaros de algunos métodos para hacer que el niño conozca los primeros conceptos de su vida (aparte de papá, mamá...) y vaya adquiriendo cada vez más.
Desde mi experiencia profesional, los objetos en sí son los que mejor hacen conocer al niño su entorno y aprender de él. Los objetos físicamente son más sencillos de explorar y conocer, recordar y memorizar.
Si ofrecemos una pelota a un niño y la toca, la explora, juega con ella, se la nombramos..., irá conociéndola y la nombrará para pedirla, para darla, para jugar...
Lo mismo sucederá con el resto de conceptos.
Si queremos que adquiera más vocabulario de otras maneras diferentes, encuentro muy atractivo el libro "Mis primeras 100 palabras" de Beascoa. Son imágenes reales de distintas familias semánticas: comidas, transportes, animales, colores, emociones, objetos cotidianos, de la casa...
Es muy llamativo para los pequeños, ya que tiene colores y son muchas imágenes pero cada una está en un recuadro diferente.
Es un libro muy sencillo con vocabulario básico, con tapas y hojas duras, fáciles de manipular por el niño que se pueden limpiar con un papel si se ensucian y es de tamaño grande.
Su precio es de menos de 12€. Lo puedes encontrar en cualquier librería.
También hay otra forma más personal de realizar esto mismo, de forma DIY, que tan de moda está, es decir, hacérselo uno mismo, sacando fotos a los objetos que queramos enseñar al niño y, plastificarlas o hacer un álbum con ellas y así podemos nombrárselas como si de un cuento personalizado se tratara.
Pero sobre todo, en conclusión, lo que el niño necesita es que el adulto le nombre los objetos del entorno cada día, en su vida cotidiana, dedicándole tiempo para hablarle, contarle, aunque creamos que es muy pequeño para entenderlo todavía.
El lenguaje debe estar presente desde el nacimiento. El tono de voz que empleamos, la expresión facial y corporal, las palabras, la melodía de la conversación..., todo ello, hace que el niño vaya adquiriendo su base para comunicarse.
Con estas actividades potenciamos la atención, la comprensión, la adquisición de nuevos conceptos, la interacción recíproca entre adulto y niño, los diálogos, la espera de turnos...  Y, sobre todo, la dedicación de tiempo al niño, que es lo más importante.



sábado, 5 de abril de 2014

Nuestra vaca preferida

Hoy os quiero enseñar un regalo que nos hicieron hace unos días unos amigos. Es una vaquita de peluche de la marca Tiny Love, que sirve para colgarse gracias a la pinza que lleva incorporada, que lleva como unas bolitas dentro en el cuerpecito.
Estos son los juguetes que siempre menciono que a los más peques son los que más gustan por sus contrastes en el colorido.
La vaca es blanca y negra principalmente y tiene rojo en la carita, azul y amarillo. Es una mezcla estupenda para los bebés, ya que la miran y siguen con la vista encantados.
Mi peque de 4 meses está enamorada de ella, tanto que se la colgamos de la capota del capazo y cuando vamos por la calle va feliz intentando tocarla, tirar de ella, mirándola, dándola con su manita...
La vaca tiene una pinza y una cuerda que la hace colgar de ésta. Al tirar de la vaca hacia abajo, vibra y hace sonar las bolitas que lleva dentro, y éstas se oyen pero al tacto no se notan. El muñeco es blandito y suave.
Las extremidades de nuestra amiga llevan dentro como papel celofán, que al tocarlas suenan y se sienten diferentes al resto del cuerpo.
Y la carita de la vaca, ¿qué me decís? Es preciosa, esa sonrisa que tiene con esos ojos... Ya os digo que ahora mismo está entre nuestro top ten de juguetes!
Esta vaca estimula el tacto con sus diferentes texturas, ya que la cara y las extremidades son de peluche y el cuerpo de tela. La vibración siempre sorprende a los más pequeños y les gusta sentir esa experiencia sensorial.
Estimula la vista con su contraste en los colores, sus motivos de espirales, manchas de negro sobre blanco... Ofrece el sonido de las bolitas y el celofán.
Fomenta la coordincación oculo-manual, ya que al corgarla delante o encima del niño, tendrá que tratar de tocarla, cogerla, golpearla...
Es un juguete muy completo y que puede venir con nosotros a cualquier sitio.






lunes, 31 de marzo de 2014

León! Un muñeco que tiene de todo!

Hace una semana un buen amigo le regaló a mi peque un león súper chulo.
Es un peluche de tamaño mediano, que dentro de poco podrá agarrar ella sola, de colores, con diferentes texturas (tiene tiras de seda alrededor de la cabeza, telas distintas y cuerpo de peluche, suave). 
El muñeco es súper llamativo, tiene una cara sonriente con ojos bondadosos y, al apretar su manita izquierda hace sonar una melodía, con el atractivo de que tiene unas diez diferentes, algo que se agradece, ya que hay otros muñecos que traen sólo tres y acaban haciéndose insoportables, para los adultos sobre todo.
A su vez se enciende una luz en la tripa que cambia de color.
Tiene de todo! 
Se puede apagar con un botón que lleva detrás de la cabeza y aún así sigue gustando bastante al bebé.
Me gusta porque pesa poco, es de muchos colores y texturas, entretiene y no es muy repetitivo como otro tipo de juguetes de esta clase. Y a pesar de parecer algo demasiado estimulante, es tierno y un regalo que mi niña y yo hemos valorado muchísimo y del que vamos a disfrutar mucho tiempo. 
Es de la marca Playgro y el precio no lo se, como es lógico.
Gracias por el regalo!


miércoles, 26 de marzo de 2014

Expresión pura de sentimientos

Hace poco leí un artículo publicado en una web que me invitó a reflexionar sobre un tema: los sentimientos y su forma de expresión.
Este artículo solamente decía que había que disfrutar de la sonrisa de un bebé y de su carcajada, ya que con el tiempo sería diferente.  Esto directamente me conectó con mi situación personal, mi bebé de 4 meses.
Aquí empezó mi análisis sobre dicha cuestión.
La expresión de sentimientos en los niños hasta cierta edad, es realmente pura, sin filtro alguno, ya que la parte racional no aparece para controlarlos ni modificarlos, contenerlos o forzarlos. Es decir, un bebé que ríe ante la cara de su madre ríe de corazón, nada le frena o le invita a pensar en lo que va a hacer. De igual modo si llora de dolor, de hambre o de sueño.
Los sentimientos tan puros tienen fecha de caducidad y hay que disfrutarlos.
Un niño que ríe con la misma broma una y otra vez sin parar como si cada vez fuese una nueva, la carcajada ante el "cucú tras" constante, la sonrisa ante la llegada de alguien conocido aunque se haya ido de su vista tan sólo un minuto... Esa expresión de sentimientos es de verdad, natural.
También hay que destacar que los niños expresan sentimientos acorde a la respuesta que reciben ante ellos. Si un niño llorara sin parar y no recibiera respuesta del adulto de forma repetitiva, dejaría de llorar para quejarse de dolor, hambre o sueño.
Si un niño riera y no recibiera respuesta de su entorno, ni caricias o sonrisas, dejaría de hacerlo.
Los comportamientos de los adultos son imitados por los bebés. Cuanto más reciben más expresan.
Por otro lado, crecer y razonar también es muy importante y saber expresar los sentimientos adecuadamente en cada momento es esencial.
Después llegará otra etapa donde el niño razone y actúe en consecuencia a lo que reciba e irá poniendo su filtro en la expresión, algo esencial en la relación con otros. 
Los ejercicios y juegos de expresión e identificación de sentimientos son importantes desde la infancia para poder identificar en otros y en uno mismo lo que estamos sintiendo y la manera adecuada de expresarlo. 
La parte racional debe ir unida a la emocional para saber manejar adecuadamente las situaciones y de este modo actuar en consecuencia y saber expresar los sentimientos de forma adecuada.
Yo por ahora seguiré disfrutando de la "falta de filtro" de mi bebé a la hora de expresar sus sentimientos! 



martes, 11 de marzo de 2014

Mordedores de colores!

Hoy buscando algo para calmar la boca de Martina, que le molesta mucho, hemos encontrado un sonajero con diferentes texturas de Sassy, en Dideco cerca del pediatra. Nos lo hemos llevado porque los colores y sus contrastes nos han encantado, las anillas se pueden sacar, meter y unir unas a otras. Puedes dejar sólo una o poner todas, o hacer un gusanito enlazándolas. Es fácil de agarrar con una o dos manos, tiene diferentes relieves en cada una de ellas y además es muy económico, menos de cinco euros! Vamos, que me ha encantado! Y de esta misma marca, nos regalaron un mordedor sonajero que es una mariposa y lo puedes enfriar en el frigorífico y es fácil de agarrar y llevar a la boca. Sus colores estimulan la vista y los relieves calman las encías del bebé al llevárselo a la boca y tratar de morderlo. Os dejo aquí las fotos de los dos juguetes que tanto me han gustado por si queréis buscarlos!








viernes, 7 de marzo de 2014

Los cinco sentidos

Siempre al tratar de estimular a un bebé jugamos mucho con dos sentidos, el oído y la vista, tratamos de enseñarles objetos, hacerlos sonar, moverlos delante de sus ojos, buscar luces y ponerlas frente a ellos, agitar cascabeles, cantar, hablar, etc. Tras esto, probamos con el tacto, tocando al bebé, haciendo que toque lo que le ofrecemos, dándole objetos de diferentes materiales o texturas, dejándoles tocar todo para hacer que acaben cogiendo lo que le estamos enseñando. Después aparece el gusto; hasta los seis meses solamente experimenta el gusto con la leche (materna o de fórmula), y con alguna medicina si es que la necesita y poco más... Y tras esto se le ofrecen papillas o alimentos paulatinamente, así que se irá estimulando este sentido muy poco a poco. ¿Y el olfato? Quién se acuerda de él cuando es tan importante para el recién nacido. El olfato es el sentido que orienta al bebé desde que nace, junto con el resto de sentidos, pero le ayuda a saber quién es su mamá por su olor habitual, le hace conocer lo más cercano a sí mismo y lo que le da seguridad. Desde pequeños debemos favorecer este sentido tan poco desarrollado por el ser humano. En mi caso, le ofrezco a mi hija olores cada día, le acerco a la nariz todo aquello que puede oler sin peligro, como frutas, verduras, comidas, ropa recién lavada, una camiseta de papá o de mamá... Y con sólo tres meses pone atención en lo que le ofrezco, lo mira, lo toca y lo huele. Y su gesto cambia según lo que le ofrezco. Se observa que ante ciertos alimentos saca incluso la lengua... Este primer contacto con nuevos alimentos, olores, perfumes, etc., le enriquece y favorece, dándole un abanico muy rico de estímulos de todo tipo. Y muy importante, tiene en su cuna un doudou de Imaginarium que me regaló una gran amiga, con mi colonia para que me sienta con ella al dormir aunque yo esté en la cama de al lado y así le de seguridad. Os enseño la foto del doudou que tanto usamos y que le sirve de compañía cada noche.

martes, 4 de marzo de 2014

Cuestión de contrastes

Al nacer lo más llamativo para un bebé es su mamá y todo lo que ella puede ofrecerle. El niño se fijará poco a poco en su cara, en su mirada, su voz, su olor... Y esto será lo más importante de su vida durante mucho tiempo.

Poco a poco empezará a mostrar más interés por el entorno y por otras personas como su papá, que ya conoce su voz y su cara o su olor.
Los bebés empiezan a mostrar interés por el entorno y sus objetos paulatinamente desde que nacen. Se puede observar el comienzo hacia los dos meses.
Empiezan a tener más interés por las luces, los objetos sonoros, comienzan a mover sus manitas y tocar aquello que está pegado a ellos, luego extienden más sus extremidades y tocan lo que está cerca, etc.
Los niños tienden a mirar aquello que ofrece un contraste significativo, es decir, luces, colores llamativos como el negro, el rojo o el blanco, estampados coloridos... 
Si ofrecemos juguetes de este tipo el niño se sentirá más atraído y su atención será mayor y más temprana que si ofrecemos objetos inadecuados o no adaptados a sus necesidades.
Los juguetes con anillas, con lazos, fáciles de tocar y agarrar serán más sencillos que aquellos grandes o pesados y difíciles de coger.
Debemos ofrecer los primeros objetos por los laterales del bebé, para una vez alcanzado ese objetivo, ir ofreciéndolos en la línea media y sobre el pecho del niño para que lo coja con ambas manos a la vez.
Lo mismo sucede boca abajo, en decúbito prono.
Los mejores juguetes de contraste para mi son de la marca Sassy, Lamaze y Playgro. Os pongo algunas imágenes para que podáis buscar los que más os gusten.

Los libros de contrastes que se colocan en las cunas también son muy útiles y llamativos, además suelen incorporar espejos, sonidos de celofán o pitidos al tocarlos, como este de Imaginarium.





Las luces también son llamativas aunque creo que hacen que los bebés se queden  embobados sin mostrar prácticamente participación por su parte, como sucede con la televisión u otros aparatos que llman tanto la atención de los bebés. 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Los juguetes que yo escojo

Hoy quiero resaltar cuáles son los juguetes que más uso dentro de mi profesión a partir de los 10 meses y durante una etapa prolongada, ya que pueden ofrecer mil maneras y formas de ser empleados.
Hay algunos que tienen una única función y otros que pueden favorecer diferentes sentidos o áreas de desarrollo.

1.

Estos se usan para aprender a sacar y meter de un soporte, a dar un objeto al pedírselo, a meter tras petición, a sacar y guardar...

2.

Se emplean para sacar y meter unos de otros, meter objetos dentro de los mismos, favorecer el aprendizaje de la permanencia de objeto, ocultando un objeto dentro y haciendo que el niño lo busque, que imite construcciones que realice el adulto con los cubiletes, llenarlos y vaciarlos, etc.

3.

Encajes planos y de formas sencillas que favorecen el poner y quitar de las formas correspondientes, conociendo el lugar donde va cada una.

4.

Encajes tridimensionales que complican la acción anterior y hacen que el niño amplíe sus conocimientos espaciales y abstractos.

5.

Encajes que están compuestos por dos o más piezas unidas entre sí.

6.

Cuentas para ensartar en cordones, favoreciendo la pinza digital y la permanencia en una misma actividad durante tiempos más prolongados.

7.

Construcciones de madera de diferentes tamaños y formas para fomentar que apile, la precisión y la coordinación oculo-manual, la imitación de construcciones que realice el adulto y repita el niño...

8.

Puzles de dos piezas grandes, para que el niño pueda sujetar cada pieza con una de sus manos y trate de encajarlas entre sí.

9.

Estos favorecen la motricidad fina, la pinza digital con los dedos índice y pulgar, meter y sacar de la plantilla, copiar formas que realice el adulto, seguir secuencias de varios elementos, aprender los colores y tamaños, hay diferentes formas y tamaños de pinchitos para favorecer una prensión u otra.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Juegos y estimulación de 10 a 12 meses

-          Una vez de pie, por sí mismo, con un apoyo, caminará lateralmente agarrado a la pared, o a una superficie. Podemos ponerle objetos más lejos hacia un lado u otro para favorecer que camine hacia los lados agarrado a esta superficie (marcha lateral).
-          Esconder objetos bajo una taza, para que los encuentre, y destape.
-          Jugar a sacar y meter objetos de cubos, cajas, etc.
-          Empezar a pedirle que nos dé un objeto: “dame” (lo que tenga en la mano).
-          Jugar a encajar piezas sencillas como el círculo en un encaje de madera, los aros en el soporte, las monedas en una hucha, etc.
-          Tocar instrumentos musicales y trataremos de que repita alguna de las emisiones o sonidos que hacemos (dar dos golpes al tambor una vez cada uno, por turnos, agitar la maraca por turnos…).
-          Ofrecerle papel y ceras, y que garabatee en un folio tras hacerlo el adulto, para que vea cómo hacerlo.
-          Decirle “no” cuando sea necesario e ir potenciando que él lo diga agitando su cabeza, no con la palabra.
-          Tratar de que se esfuerce a nivel expresivo, emitiendo más sonidos y algunas palabras más (papá, mamá, tete, agua, etc.).
-          No agarrar al bebé de las manos para que camine, siempre es mejor esperar a que camine solo. En todo caso ofrecerle ayuda agarrándole de las axilas en un caso puntual, pero mejor esperar a que lo haga solo.
-          Hay niños que gatean, otros culean y otros reptan; otros lo hacen todo durante poco tiempo. No es necesario pasar por todas las etapas para adquirir un buen patrón de marcha. Debemos potenciar que el bebé se esfuerce para desplazarse dentro de lo que pueda y vea que se ajusta más a sus necesidades.
-          Facilitar objetos más lejanos, donde no tenga apoyos para agarrarse estando de pie, para facilitar que se suelte y comience a mantenerse solo unos segundos en el aire, sin ayuda.
-          Contestar a su lenguaje expresivo, hablándole y respondiendo a sus esfuerzos.
-          Hacer que colabore cuando le desvestimos primero y más tarde al vestirle. Para los peques es más fácil quitarse prendas que ponérselas, igual que sacar objetos antes que meterlos, etc.
-          Propiciar que colabore a la hora de guardar objetos en una caja, etc. Llevándole las manitas con las nuestras para que vea cómo hacerlo, como una marioneta.

martes, 29 de octubre de 2013

Estimular y jugar de 9 a 10 meses

-          Buscar que se mueva más solo. Que no dependa del adulto para desplazarse siempre, haciendo que se esfuerce reptando o gateando.
-          Darle dos objetos, uno en cada mano y ofrecerle un tercer objeto para que tenga que coger los tres a la vez o tenga que obligarse a soltar alguno.
-          Empezar a darle mayor autonomía. Debe beber solo del biberón y comer con sus manos o llevarse una cuchara a la boca, dejando que se anche y explore.
-          Ofrecer diferentes tactos al bebé, como lana, borrego, algodón, peluches, plastilina, harina, pasta cocida, para que vaya experimentando con el sentido del tacto y disfrute y explore.
-          Dejar al bebé más autonomía, haciéndole que se esfuerce para conseguir algo que quiere, que haga sonidos o vocalizaciones para pedirnos algo, fomentando su lenguaje expresivo, que emita alguna palabra sencilla…
-          Tratar de que imite gestos con sus manos o su carita tras hacerlos el adulto. Los bebés suelen repetir aquello que al adulto le hace reír.
-          Desde la posición de sentado se agarrará al adulto o a un objeto para trepar e intentar ponerse de pie. Dejar que lo haga solo. No poner jamás a un bebé de pie a modo de juego, ya que propicia que tarde más en ponerse él solo de pie. Igual que a la hora de sentarse, el bebé debe ponerse de pie cuando su musculatura y su desarrollo cognitivo se lo permita, no antes. Siempre solo.


Es muy importante evitar coger al niño de las manos y hacer que camine. Lo más apropiado es esperar a que él solo se ponga de pie apoyado en objetos y comience primero la marcha lateral por sí mismo. 
Es decir, evitaremos esta postura, ya que la colocación de los brazos y hombros no es adecuada, el bebé tiende a echarse hacia delante y no sostener su peso, se favorece la eliminación de la marcha lateral, que es anterior a la marcha frontal.
 
-          Ofrecerle un baúl, una sillita baja a su altura, para que se agarre a ella y trate de ponerse de rodillas y de pie en el suelo con este objeto. Lo usara para apoyarse y tratar de ponerse de pie. 
-          Dejarle que se siente desde la posición de de pie él solo, que se suelte y caiga al suelo vigilado pero sin agarrarle, ya que lleva pañal y no va a hacerse daño y debe aprender a bajar solo de de pie al suelo.
-          Esconder un objeto bajo un pañuelo y tratar de que lo busque él, habiendo visto él cómo y dónde lo guardábamos.
-          Jugar a sacar objetos de cajas, aros del soporte, quitar piezas de encajes, etc.