martes, 20 de mayo de 2014

Respuesta al llanto


Hoy quiero hablaros sobre algo que se plantea en mi día a día, tanto a nivel profesional como personal.
Hay varias corrientes que hablan sobre cómo hacer que el niño deje de llorar y se calme solo, y explican que la mejor solución es ir dejando al niño cada día períodos de tiempo más largos cuando llore, es decir, si le dejamos en la cuna y llora, esperar el primer día unos minutos y luego ya acudir a su llamada e ir dejando cada vez más tiempo paulatinamente hasta que acabe calmándose un día por sí mismo.
Otras líneas van por el lado más extremista y hablan de dejar al niño llorar hasta que se calme por sí mismo sin acudir a su llamada, ya que esto hará que deje de llorar a los pocos días porque no recibe respuesta alguna al llanto. 
Por último, comentar que hay otra vertiente que explica que el llanto del niño debe ser atendido cada vez que existe, ya que es su forma de comunicarse con el entorno y los niños no lloran porque sí, sino como llamada al adulto, para recibir cariño, contacto, alimento o calma. 
Los niños no nacen teniendo las herramientas adecuadas para ser autosuficientes y necesitan de sus padres para calmarse, aprender a dormir, comer, sentir calor, sentirse limpios, etc.
La primera corriente que os he comentado, es intermedia a mi manera de entender, ya que no consiste en no atender al llanto sino en ir dejando que el niño vaya aprendiendo a calmarse solo. En mi opinión no es la manera de hacerlo, ya que el peque deja de llorar porque no le atienden y se cansa, porque es pequeño y acaba durmiéndose a falta de atención.
El segundo método me parece inadecuado en todos los casos, ya que dejar llorar a un bebé para que aprenda desde que nace a no llorar, resulta egoísta por parte del adulto. Simplemente para que el pequeño no moleste, le dejamos berrear unos días y cuando sienta que su llanto no va a ser atendido bajo ninguna circunstancia, dejará de hacerlo. Pero es lógico, ¿quién seguiría llamando a alguien de mil formas si jamás es atendido? Imaginaros estar llamando a vuestra pareja: "Juan, Juan, cariño, Juan, ¡oye!, ¡Juaaaaaannnn!, ¡Juanitooooooo! ¿Me oyeeeesss? ..." Si os pasa esto tres días seguidos o mucho menos tiempo, lógicamente pensaréis que estáis perdiendo el tiempo llamando a vuestra pareja, porque de ninguna manera os hace caso y parece que ni os escucha.
Lo mismo le sucede a los niños. Su herramienta primaria de comunicación es el llanto. Si no atendemos a las señales previas a éste ni al llanto en sí, deja de realizarlo porque no es útil ni funcional para comunicarse con su entorno.
Después de tantas teorías, cada uno debe escoger la suya propia y defenderla si está seguro de la decisión que toma. 
Lo que yo tengo claro es que la última teoría es la que yo escojo con los niños con los que realizo terapia y con mis propios hijos, ya que el llanto para mi es su modo de expresarme que algo no va bien, que no están cómodos, que tienen sueño, hambre o se sienten sucios o simplemente que necesitan cariño y estar en brazos.
Hay gente que denomina a esto consentir al niño, no ponerle límites y seguir las reglas que él decide. Yo, por el contrario, creo que es esencial atender a las demandas del bebé para que poco a poco sienta seguridad y confianza en sus padres y se vaya él solo separando de ellos sin imponerle ser maduro desde que nace.
Ningún mamífero deja llorar a sus crías para ver si así maduran antes y se hacen autónomas e independientes y dejan de molestar con el llanto lo antes posible.
Creo que como profesional yo escogí esta carrera y esta práctica y eso incluía sonrisas por parte de los niños y llantos que hay que atender. Sino podría haber escogido otra profesión. 
Lo mismo me sucede pensando en la maternidad. Si pensé en ser madre y ahora lo soy, sabía que tendría que atender a mis hijos a cualquier hora y en cualquier circunstancia, y sería muy egoísta pensar que el sacrificio debe hacerlo el bebé en lugar del padre, porque yo no esté dispuesta a estar con el bebé a todas horas. 
Es decir, para que yo no aprenda a calmar el llanto del bebé y no me moleste, debe molestarse el bebé y aprender él solito a calmarse con tan solo días. Muy lógico a mi no me parece y ¿vosotros que pensáis?

2 comentarios:

  1. Hola Alejandra. Estoy totalmente de acuerdo. El llanto es una manera de comunicar algo. Hay que entender qué nos quieren decir y atender esa necesidad. No lloran por capricho.

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